Victor Hugo Quijada Huamán
CAPÍTULO I
SANTO TOMAS DE
AQUINO
Santo Tomás de Aquino O.P. (Roccasecca,
Nápoles, ?28 de enero de 1225 – Convento de
Fossanova, en la actual Provincia de Latina, 7 de marzo de 1274),
fue un reconocido teólogo y Doctor de la Iglesia
Católica que vivió en la edad media.
Máximo representante de la tradición
escolástica, y padre de la Escuela Tomista
de filosofía. Es conocido también como
Doctor Angélico y Doctor Común. Su
trabajo
más conocido es la Summa Theologica, tratado en el cual
postula Cinco Vías para demostrar la existencia de Dios.
Canonizado en 1323, fue declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y
Patrón de las Universidades y Centros de estudio
católicos en 1880. Su festividad se celebra el 28 de
enero.
Biografía.
Tomás nació en 1225 en Roccasecca, un castillo
situado en la cumbre de una montaña, cerca de Aquino,
Italia.1 Su
familia
pertenecía a la nobleza napolitana. Hijo del Conde Landuf
de Aquino, estudió en el monasterio de Montecasino y
después en la Universidad de
Nápoles. En el año 1244 tomó el
hábito de la Orden de Predicadores y conoció a
Alberto Magno, con quien estudiaría en Colonia. Se ha
dicho que muy pocos filósofos o teólogos han logrado
escribir esa cantidad de trabajos, de tan alta calidad, en el
plazo que lo hizo Aquino, un poco menos de tres
décadas.
Después de su muerte,
algunas tesis de
Tomás de Aquino fueron condenadas por el obispo de
París, Étienne Tempier, quien en 1277 lanzó
una gran condena de 219 tesis respecto a la Universidad de
París. A pesar de esto (era una condena importante, pero
local), Tomás de Aquino fue canonizado el 18 de enero de
1323. Las condenas de 1277 fueron levantas en lo que respecta a
Tomás de Aquino el 14 de febrero de 1325.
Sumario de los trabajos.
Posteriormente se doctoró, y en 1252 ejerció
como maestro de Teología en la Universidad de
París, y en otras ciudades europeas como Orvieto, Roma, Viterbo,
Boloniay Nápoles. Murió en 1274camino del segundo
concilio de Lyon.
Trabajos de Tomás de Aquino.
La obra de Tomás de Aquino es extraordinaria,
Tres síntesis teológicas, o | Nueve tratados | Doce disputas quodlibetales | |
Nueve exégesis sobre las Sagradas Escrituras | Una colección de glosas de los Padres de la | Once exposiciones sobre los trabajos de | |
Dos exposiciones de trabajos de Boecio | Dos exposiciones de trabajos de Proclo | Cinco trabajos polémicos | |
Cinco opiniones expertas, o responsa | Quince letras sobre teología, filosofía o | Un texto | |
Dos oraciones famosas | Aproximadamente 85 sermones | Ocho tratados sobre teología |
Pensamiento.
Se puede analizar su pensamiento de
acuerdo a dos etapas:
Primera (1245–1259). En este período
predominan las influencias Platónicas (Avicena y Alberto
Magno) y las neoplatónicas (Agustín de
Hipona y el Pseudo Dionisio).
Entre las obras más importantes de esta etapa podemos
destacar: los comentarios a las obras de Pedro Lombardo, Boecio
(sobre la trinidad), el opúsculo titulado De ente et
essentia y el libro primero
de la Suma contra Gentiles. La función de
esta obra era servir de apoyo a los predicadores que
tenían que discutir con judíos
y musulmanes,
valiéndose de argumentos racionales y filosóficos
sin tener que basarse sólo en la fe.
Segunda (1259–1273). Sin cambiar su pensamiento
precedente, domina en el filósofo el pensamiento
aristotélico, logrando una síntesis entre
platonismo y aristotelismo. Así comenta ampliamente la
Ética a Nicómaco.
En este momento la universidad de París atraviesa un
momento de gran inestabilidad que se manifiesta en la pugna entre
franciscanos, de orientación agustiniana, y los dominicos,
con fuertes influencias aristotélicas.
Tomás de Aquino realiza en esta etapa toda una
síntesis de los problemas
filosóficos más discutidos (fe–razón,
creación, política). Entre sus
obras podemos destacar: finaliza la Suma contra los gentiles,
cuestiones disputadas sobre el mal, sobre el alma,
opúsculos contra los averroístas, como De
aeternitate mundi y el De unitate intellectus. La
obra más importante de Tomás de Aquino es la
Summa Theologica (1265–1272), en la que logra una
sistematización entre teología y
filosofía.
Patronazgo
Es patrono católico de todos los centros de educación del mundo,
declarado el 4 de agosto de 1880 por el Papa León
XIII.
Influencias recibidas y repercusión
posterior
La principal influencia recibida por Tomás de Aquino se
encuentra en Aristóteles. De él toma la teoría
hilemórfica, y sus aplicaciones en la antropología y epistemología, como la idea de que el alma
y el cuerpo forman una única sustancia o la
diferenciación de seres en acto o en potencia. La
forma es lo que ordena y estructura la
materia.
Aplica la teoría del ser a Dios, diciendo que Dios es el
ser total, causa de todo. Toma influencias de su teoría del
conocimiento que comienza con la experiencia sensible y se
termina con la abstracción donde se llega al conocimiento
de lo universal. También toma influencias en sus
planteamientos éticos, en la idea de felicidad como fin
último, el cual constituye el bien supremo; o las virtudes
que se entienden como medio para llegar a ese fin. Toma
influencias de la teología natural de Aristóteles.
Todo ello lo recibe gracias a su maestro, Alberto Magno.
De Agustín de Hipona recibe dos de sus causas que
explican la existencia de Dios, la que se explica en la primera
vía, la del movimiento ya
que ante esto tiene que haber algo inmóvil; y la de la
perfección. De Platón
toma su idea de «participación» para explicar
la relación entre el ser y los seres, del mismo modo que
Platón
explicaba la relación de las ideas con las cosas. Recibe
influencias del pensamiento musulmán como de Avicena de
quien toma la distinción de esencia y existencia y la
vía de la contingencia, o de Averroes, de quien asume al
menos algunos aspectos suyos en cuanto al problema de los
universales, parte de su teoría del conocimiento, sobre
el
conocimiento divino de los seres particulares, sobre la
inmaterialidad del primer motor, sobre Dios
como acto puro y sobre el principio de individuación.
Su principal influencia procede de la religión, la idea de
Dios como ser.
La repercusión posterior ejercida por Tomás de
Aquino ha sido inmensa y se comprueba ya que su doctrina fue el
prácticamente el pensamiento oficial de la iglesia durante
muchos siglos.
La relación del tomismo con la filosofía y el
pensamiento moderno se entiende en estas dos cuestiones:
Demostrabilidad de la existencia de Dios: la vía de la
contingencia se conserva en filósofos como Leibniz y la
vía de la causalidad subordinada en Descartes. La
primera via del motor inmovil, no ha podido ser desmetida, de
hecho los ultimos trabajos cientificos relacionados con el
principio del tiempo
(conocido como teoria del Big Bang) dan
sustento cientifico a la idea del motor inmovil. Las otras dos
vias, cuarta y quinta, permanecen sin refutación
alguna.
Ley natural: si bien no es una postura exclusiva de
Tomás de Aquino, el concepto tiene un
rol central en la postura oficial de la Iglesia. Aparece en el
Derecho
internacional gracias a los aportes hechos por tomistas de la
segunda escolástica.
Algunos de los seguidores más conocidos anteriores al
siglo XVIII han sido: Juan Capreolo, Paulo Barbo (también
llamado Soncinas), Domingo de Flandria (o el Flandriense),
Francisco Suárez SJ, Francisco de Vitoria OP, Domingo
Báñez OP, Tomás de Vio OP (también
conocido como Cardenal Cayetano), Juan de Mariana SJ, Francisco
Silvestre de Ferrara OP (también conocido como el
Ferrariense), Juan de Santo Tomás OP (o Juan Poinsot),
Domingo de Soto OP, Francisco Zumel OCD, Melchor Cano OP y Diego
Mas OP.
CAPITULO II
LA FILOSOFÍA DE SANTO TOMÁS DE
AQUINO
Hasta el siglo XIII, predominio absoluto del pensamiento
platónico en Europa, por
influencia sobre todo de S. Agustín, las escuelas
agustinianas y el Pseudo-Dionisio Areopagita. El desconocimiento
de la obra de Aristóteles era prácticamente total.
Sólo se conocían partes de la
Lógica por los comentarios de Boecio
(V-VI), pero nada de la Física, la
Metafísica, su antropología y
teología.
En el s. XIII, Aristóteles se pone de
moda y abundan
sus traducciones y comentarios, a pesar de la resistencia que
oponen la jerarquía católica y los
platónicos. No obstante, Tomás de Aquino
intentó asimilarlo y construir un sistema que
armonizara cristianismo y
aristotelismo.
Cobró fuerza el
averroísmo latino, corriente intelectual que
reclamaba la autonomía de la razón frente a la
fe.
Durante sus conquistas, los árabes tomaron contacto con
los últimos reductos de la cultura griega
en Siria, donde algunos intelectuales
cristianos habían traducido al sirio textos originales de
filósofos griegos. Tanto del sirio como del griego, se
traducen al árabe obras originales y comentarios de
Aristóteles, surgiendo una especie de filosofía
árabe-aristotélica con claros residuos
platónico. Avicena (s. X) fue el máximo
representante de este aristotelismo árabe platonizado.
Averroes (XII) escribe los primeros comentarios a obras
de Aristóteles sin adherencias platónicas. Fue el
primer ejemplo de aristotelismo puro.
A través de los árabes se despertó en
Occidente la curiosidad por el aristotelismo. En el s. XII
se traducen directamente del griego al latín las obras de
Aristóteles y también las obras y comentarios de
los filósofos árabes.
EL AVERROÍSMO LA LATINO
. S. XIII: la universidad de París es el centro
intelectual de Europa. Existía una gran expectación
ante la llegada de la versión íntegra de la obra
aristotélica y los comentarios de Averroes -aristotelismo
puro-. Surgió así el averroísmo latino.
Tesis:
a. El mundo es eterno (en evidente contradicción
con la doctrina creacionista cristiana). Según
Aristóteles, Dios es el motor inmóvil que mueve
eternamente un mundo también eterno. Dios ni siquiera
conoce el mundo (a diferencia del demiurgo platónico).
b. El alma individual de cada hombre no es
inmortal, sino corruptible y perecedera. Sólo el
entendimiento, común a todos los hombres, es inmortal. Y
negar la inmortalidad del alma supone tirar por tierra toda la
doctrina cristiana de la salvación.
c. Existen dos verdades: la teológica -fe- y
la filosófica -razón-. De este modo
podían conciliarse tesis opuestas sobre el alma, p. ej.:
una es verdad desde la fe, y otra lo es desde la
razón.
Los representantes de esta corriente fueron condenados por la
jerarquía y expulsados de la universidad de París
(Sigerio de Brabante condenado a cadena perpetua).
EL ARISTOTELISMO DE TOMÁS DE
AQUINO
Tomás rechazó, como es lógico, las tres
tesis averroístas:
a. Respecto a la eternidad del mundo, se movió
entre dos aguas y sostuvo que el sistema aristotélico no
implicaba necesariamente la eternidad del mundo ni el concepto
cristiano de creación excluía la posibilidad de que
el mundo fuera eterno: puede ser eterno y creado.
b. Respecto a la inmortalidad del alma, Aquino
entendió que el entendimiento inmortal del que
Aristóteles habló no es único para todos los
hombres, sino que se trataba de la facultad superior del alma, y
ésta es inmortal.
c. Y en cuanto a la doble verdad, resultaba innecesaria
una vez solucionados los problemas que planteaban las dos tesis
anteriores. Pero la criticó por considerarla
inadmisible.
Aunque Tomás se distanció de los
averroístas en sus tesis contrarias a la fe cristiana,
mantuvo una actitud
favorable hacia la filosofía aristotélica.
. Estaba convencido de que la filosofía
aristotélica era enteramente compatible con la fe
cristiana y que, además, ofrecía una interpretación de la realidad aceptable por
sí misma y valiosa, aunque en el fondo de su sistema
permanezcan presupuestos
platónicos fundamentales.
TESIS FUNDAMENTALES SOBRE LA REALIDAD Y LA NATURALEZA
Aquino asume muchas tesis aristotélicas:a.
Teoría aristotélica del movimiento: se
define el movimiento como «paso de potencia a acto»,
siempre por la acción
de algo que ya esté en acto. Dos tipos de movimiento:
cambio sustancial -generación y corrupción– y cambio accidental
-cuantitativo, cualitativo y local-.
b. Composición hilemórfica de las sustancias
naturales: todo objeto natural está compuesto de
materia y forma.
c. Distinción entre sustancia y accidentes
d. Teoría de las cuatro causas: material,
formal, eficiente y final (e interpretación
teleológica de la naturaleza).
DOCTRINA TEOLÓGICA DE SANTO
TOMÁS
a. Tomás acepta la demostración
aristotélica de la existencia de Dios basándose en
el movimiento, entendido como paso de potencia a acto
(1ª vía). Por tanto, Aquino parte del conocimiento
sobre el universo que
nos proporciona la experiencia sensible, de lo contingente -no de
ideas inmutables o introspección, como en S.
Agustín-.
b. Define a Dios con categorías
aristotélicas: acto puro, sin ningún tipo de
potencia. La inmutabilidad se define en función del grado
de actualidad, entendido el movimiento como paso de potencia a
acto. Dios ha de ser inmutable porque es acto sin
potencia. Será también perfecto porque
la imperfección se debe sólo al grado de
potencialidad existente. Acepta también la
definición aristotélica de Dios como puro acto
de pensamiento.
c. Aquino corrige el aristotelismo en un punto:
Aristóteles sostenía que la vida y felicidad de
Dios consiste en conocerse a sí mismo, y puesto que es
autosuficiente no conoce nada fuera de él.
Aristóteles sostuvo que Dios no creó el
mundo, sino que éste es eterno: Dios sólo es el
principio del origen del movimiento del universo y el fin
hacia el que el mundo se orienta. Pero Santo Tomás afirma
que, de acuerdo con el cristianismo, Dios creó el
mundo. Por tanto, Dios conoce el mundo, y lo hace al tiempo
que se conoce a sí mismo. Acepta, pues, que la actividad
de Dios consiste en conocerse a sí mismo.
ANTROPOLOGÍA TOMISTA
. Aquino acepta la concepción hilemórfica del
hombre, y la concepción aristotélica del alma como
principio de vida, como forma y acto del cuerpo (contra el
platonismo agustiniano, donde cuerpo y alma son dos sustancias
radicalmente distintas). Aquino afirma que el hombre
constituye una sustancia única, cuyos elementos
fundamentales son el alma y el cuerpo.
. Como Aristóteles negaba la inmortalidad del alma,
Aquino se aleja de Aristóteles en este punto y echa mano
de platón, intentando una difícil síntesis
entre platonismo y aristotelismo.
ÉTICA
. Acepta el principio aristotélico de que el fin
último del hombre es la felicidad, y que la
felicidad perfecta consiste en al contemplación, en
la actividad intelectual. Esto le aleja del agustinismo.
. Afirmar que la felicidad se halla en el conocimiento
conlleva defender la primacía de la razón sobre la
voluntad, contra el voluntarismo agustiniano que defendía
lo contrario: primacía de la voluntad sobre la
razón.
. Recoge Tomás la tesis de que las normas morales se
basan en la naturaleza humana. Por tanto, conocerla y saber
sus objetivos y
finalidades es el criterio clave para la formulación de la
ley moral natural.
La síntesis aristotélico-platónica
de TOMÁS DE AQUINO
LÍMITES DE LA RAZÓN Y DE LA FE
Las discusiones sobre el tema de la doble verdad
habían obligado a replantear las relaciones entre
fe y razón. La coherencia de la doctrina
aristotélica del conocimiento puso de manifiesto las
flaquezas de la concepción platónica y
neoplatónica del conocimiento, porque:
. El objeto propio del conocimiento humano son las
realidades inmateriales.
. El conocimiento que el alma tiene de sí misma es
mucho más perfecto que el obtenido de las cosas sensibles
exteriores.
. El conocimiento de las realidades sensibles superiores se
obtiene por elevación progresiva
(dialéctica).
. Son sistemas que se
desarrollan de arriba abajo, a partir del principio
supremo (Bien, Uno), hasta descender a las realidades
inferiores.
La concepción aristotélica, por el
contrario, afirma lo siguiente (en la versión de Santo
Tomás):
. El origen de nuestro conocimiento está en los
datos que nos
suministran nuestros sentidos a partir de la experiencia
sensible.
. Por tanto, el objeto adecuado para nuestro conocimiento
no son las realidades inmateriales, sino las sensibles.
. Aunque el entendimiento es inmaterial y conoce lo real,
está ligado a la experiencia sensible porque es el
entendimiento de un ser humano.
Consecuencias importantes:
. Por tanto, la filosofía ha de construirse de abajo
arriba, a partir de experiencias sensitivas.
. Por tanto, el conocimiento que podamos alcanzar de Dios
será muy imperfecto, limitado y analógico, a
partir de comparaciones con otras realidades limitadas e
imperfectas por necesidad, cuyas causas y accidentes
conocemos.
. El conocimiento natural acerca de Dios, del hombre y del
universo tiene unos límites
que la razón no puede sobrepasar, y en los que flaquea
cuando se aproxima a la frontera.
. La fe cristiana, no obstante, puede aportar
nociones acerca de la naturaleza de Dios y acerca del destino
del hombre traspasando las fronteras de la razón.
Son elementos añadidos por revelación a la
razón humana, que no vienen a anularla sino a
perfeccionarla/orientarla, lo mismo que el orden sobrenatural no
anula sino que perfecciona al orden natural. No tienen por
qué entrar en conflicto.
CONTENIDOS DE LA RAZÓN Y DE LA FE
. Fe y razón tienen cada una elementos propios y
diferenciadores, pero existen verdades compartidas por las
dos facultades. Por tanto, son dos conjuntos con
una zona de intersección. Ej.: que el mundo es creado
y el alma inmortal puede ser fundamentado racionalmente y
argumentado desde la fe.
Interpretaciones sobre la existencia de contenidos
comunes:
1ª. A veces, conviene que ciertas verdades racionales
sean impuestas y conocidas mediante la fe, porque muchos hombres
no tendrían tiempo ni oportunidad, sin la ayuda de la fe,
para acceder a tales verdades.
2ª. Como la razón fácilmente cae en el
error, la fe nos proporciona una seguridad
adicional en aquellas verdades que nos haga dudar.
3ª. La existencia de verdades comunes a la fe y la
razón pone de manifiesto que la distinción
entre ambas no puede hacerse por sus contenidos, sino por la
forma de acceso a los mismos: mientras la teología
toma sus contenidos de la fe, la filosofía accede a los
suyos por la razón.
¿QUÉ AYUDA PRESTA LA RAZÓN A LA
FE?
Aunque las dos fuentes son
autónomas e independientes, la razón presta una
valiosa -insustituible- ayuda a la fe, sobre todo a la hora
de hacer de la teología una ciencia:
. La razón aporta procedimientos para la
organización sistemática y científica de
los conocimientos y afirmaciones;
. Aporta herramientas dialécticas, argumentativas y
retóricas, para refutar las afirmaciones contrarias a
la fe. Ej.: no puede demostrarse que el mundo hay sido creado,
pero tampoco lo contrario.
. Aporta datos científicos y hallazgos
teóricos útiles para el esclarecimiento de las
ideas menos firmes de la fe.
¿CÓMO PUEDE SER LA FE UNA ALIADA DE LA
RAZÓN?
Si la fe contiene verdades indudables comunes a la
razón,
. la fe sirve a la razón de norma o criterio
extrínseco de verdad o de objetividad. Si la
razón llega a conclusiones totalmente contrarias a la fe,
seguramente estará basada en premisas falsas o
habrá algún paso erróneo en el razonamiento.
La fe hace, pues, una invitación a corregir posibles
errores.
. La fe es un criterio extrínseco porque tiene otra
fuente de conocimiento distinta a la razón, y el
filósofo no debe basarse en ella como norma.
. Por tanto, Aquino mantiene una actitud moderadamente
optimista hacia la razón. Pero la autonomía
concedida a la razón es limitada. [¿por ser
un cristiano profundamente creyente?]
Después de Santo Tomás, en el pensamiento
cristiano han prevalecido sus opiniones sobre la relación
fe-razón: autonomía de la razón como
fuente de conocimiento e imposibilidad de un conflicto
real/definitivo entre ambas. Los conflictos han
de atribuirse o a errores de la razón o a una deficiente
interpretación de los contenidos de la fe. Aquino
afirmó expresamente que los errores no se deben a la fe,
sino a la razón (lo contrario hubiera significado el cese
inmediato), pero en esto ha de verse un condicionamiento de la
época. Pero la mayor parte de los teólogos de
altura en los últimos años han partido del segundo
supuesto: los conflictos
proceden de una deficiente interpretación de la fe.
CINCO VÍAS PARA DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE
DIOS
Santo Tomás, como creyente y filósofo,
buscó un fundamento racional a la existencia de Dios.
Planteó dos cuestiones previas: a) ¿Es
necesario demostrarla?; b) ¿es posible?
i) Hoy se daría por supuesta la necesidad de
demostrarla, pues está lejos de ser una idea evidente
y asumida por todos los pensadores. Pero en el contexto social
y religioso de Tomás, la opinión predominante
sostenía que «el conocimiento de la existencia de
Dios está imbuido de un modo natural en todos los
hombres» (S. Juan Damasceno). Y la tradición
agustiniana defendía que Dios está en lo más
íntimo del alma humana y es posible alcanzar el
conocimiento de su existencia a partir de la comprensión
de la idea de Dios -argumento ontológico de S.
Anselmo-.
· Tomás distinguió, además, dos
tipos de verdades:
[a] las evidentes en sí mismas y para nosotros,
como las proposiciones cuya verdad resulta indudable
después de analizar los conceptos implicados, p.ej.
«la línea recta es la distancia más corta
entre dos puntos» o «el todo es mayor que
las partes».
[b] las que, siendo evidentes en sí mismas, no los
son para nosotros, y a este grupo
pertenece la proposición «Dios existe»: aunque
es evidente en sí misma -el concepto de Dios implica su
existencia-, no lo es para nosotros, pues carecemos de una
comprensión adecuada de la naturaleza de Dios.
ii) Aquino piensa que es posible demostrar la existencia de
Dios, y que el procedimiento
más adecuado es partir de los seres que existen en el
mundo natural hasta llegar a la causa inicial que
originó el primero de todos los antecesores. Es una
demostración a posteriori, pues se remonta
del efecto a la causa anterior –a priori sería
desde ir desde la causa hasta el efecto-.
Con argumentos y elementos tomados de la filosofía
anterior -platonismo, aristotelismo y otras fuentes-, Aquino
propuso cinco vías o procedimientos
argumentativos para demostrar la afirmación «Dios
existe». Todas tienen una estructura similar, en 4
pasos:
a) Constatar un hecho de experiencia -movimiento en la
Naturaleza-.
b) Aplicar el principio de causalidad al hecho
constatado -todo lo que se mueve es empujado por algo-;
c) Insistencia en que es imposible una serie infinita
de causas;
d) Afirmación de la existencia de Dios -existe
un primer motor, «a eso le llamamos Dios», etc.-.
1ª vía: [genuinamente aristotélica]
Parte de la constatación del movimiento en la naturaleza
para remontarse hasta la existencia de Dios como Motor
inmóvil.
2ª vía: Parte de que hay causas
causadas para terminar en la existencia de una Causa
Incausada.
3ª vía: [inspirada en Avicena] Constata que
existen seres contingentes -que existen pero pueden dejar
de hacerlo- y llega a la conclusión de que debe haber un
Ser Necesario, que no puede no existir, necesario por
sí.
4ª vía: [de inspiración
platónica] Parte de que hay seres con diversos grados
de perfección, para concluir afirmando que ha de haber
un Ser Sumamente Perfecto.
5ª vía: Constata el orden que
podemos descubrir en el mundo natural y termina
atribuyéndolo a la existencia de una Inteligencia
Ordenadora.
ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA ANTROPOLOGÍA
TOMISTA
Hemos visto ya algunas de sus afirmaciones más
importantes:
a) El entendimiento es inmaterial, y también el
alma. Por su inmaterialidad, su objeto es toda la realidad en
conjunto, sin limitación alguna.
b) Pero en el hombre, el
entendimiento está estrechamente vinculado a un cuerpo
material con determinados órganos sensoriales. Existe,
pues, una unión sustancial entre cuerpo y alma
-influjo de la teoría hilemórfica
aristotélica-. Por eso el objeto más adecuado del
entendimiento humano no es el ser de todo lo real en su conjunto,
sino el ser de las realidades materiales
sensibles.
c) La atadura del entendimiento humano a órganos
sensoriales implica que el conocimiento intelectual comienza con
el conocimiento sensible y no puede ejercerse si falta
éste.
EL CONOCIMIENTO INTELECTUAL
Si el entendimiento forma conceptos a partir de la experiencia
sensible, ¿cómo se da el paso de las
representaciones sensibles a los conceptos que maneja el
entendimiento, de características tan diferentes?
Respuestas:
.. Los conceptos son universales. La definición
«el hombre es un animal inteligente y libre» no se
refiere a ningún hombre concreto, pero
es válida para todos los seres humanos. Por tanto, el
concepto «hombre», como todos los conceptos, es
universal.
.. Pero nuestras percepciones sensibles no son
universales, pues nadie ha visto jamás a «el
hombre» ni al «árbol». Existen hombres y
árboles
concretos, pero no «el hombre» ni «el
árbol». Los sentidos
sólo nos muestran objetos individuales.
Por tanto, el problema de la formación de conceptos es
cómo pasar de la individualidad de las percepciones
sensibles a la universalidad de los conceptos. La única
salida posible es admitir que el entendimiento tiene la capacidad
de extraer conceptos a partir de los datos suministrados por el
conocimiento sensible. A esto se le llama capacidad
abstractiva, abstracción. Admitir que el
conocimiento comienza por los datos sensibles supone reconocer la
necesidad de la capacidad de abstracción. Pero las
diferencias surgen en el modo de explicar la
abstracción:
a. Para Aquino, el entendimiento tiene una doble
capacidad: i) la capacidad de universalizar
-capacidad abstractiva-, para convertir en universales las
representaciones sensibles particulares; y ii) la
capacidad de conocer universalmente, como resultado de
generalizar los datos extraídos de la experiencia
sensible. A estas dos capacidades les llama entendimiento
agente y entendimiento posible.
b. Las percepciones -inicio de todo el proceso de
conocimiento- dejan en la imaginación/memoria una
imagen o
representación particular (fantasmas, si
la imaginación es fantasía). El entendimiento
agente actúa sobre tales imágenes/fantasmas abstrayendo, es decir,
despojándolas de sus elementos individuales y
posibilitando así la formación de conceptos
universales.
c. Según Aquino, el entendimiento conoce primaria y
directamente el universal. Cuando el entendimiento se
concentra sobre cosas particulares, «le cuesta
trabajo» prestar atención a las características y
peculiaridades que las diferencian. Tanta habilidad ha adquirido
el entendimiento humano para abstraer, que al ponerse a funcionar
no puede dejar de universalizar y prestar atención
sólo a la esencia de las cosas. Sólo con mucho
trabajo se concentra sobre las diferencias particulares.
d. El principio de individuación. Si el
entendimiento agente actúa sobre las imágenes
particulares seleccionando los rasgos esenciales del individuo y
eliminando las diferencias particulares, entonces nos vemos
obligados a pensar que capta sólo los rasgos comunes a
todos los individuos de una misma especie/clase -se
trate de hombres, animales y
objetos-. La cuestión ahora: ¿cómo una
esencia común a todos los individuos se multiplica e
individualiza en cada ejemplar de la especie? Si todos tenemos
la misma esencia -hombre-, ¿qué nos hace ser
diferentes y peculiares? La respuesta de Aquino: es la
materia concreta, distinta en cada miembro de la especie; no
la materia «general»/indiferenciada -el sustrato
biológico común-, sino la materia concreta de cada
individuo.
LA ESTRUCTURA DE LA REALIDAD
. A pesar de todos los elementos tomados de Aristóteles
por Santo Tomás, algunos pilares fundamentales de su
sistema metafísico proceden de Platón y de una
reinterpretación del concepto cristiano de creación
-entendida como participación [Plotino: todos los seres
derivan del Uno por participación]-.
. La doctrina cristiana de la creación subraya
la diferencia radical que existe entre Dios y los seres
creados por él. Mientras Dios es necesario, los
demás seres son contingentes: existen, pero
podrían no existir.
. Santo Tomás se dio cuenta de una distinción
filosófica importante: esencia y existencia no tienen
por qué estar relacionadas. Una cosa es la esencia de
hombre -animal racional- y otra su existencia: exista o deje de
existir, «hombre» seguirá siendo animal
racional [?]. La distinción entre esencia y
existencia fue un elemento fundamental del sistema
tomista.
CONTINGENCIA COMO MEZCLA DE ESENCIA Y
EXISTENCIA
. Filósofos cristianos y neoplatónicos
habían insistido mucho en qué cosas distinguen
mejor a Dios de los demás objetos del universo:
. Neoplatónicos: El Uno se caracteriza por su
absoluta simplicidad, mientras que las demás realidades
son compuestas.
. Cristianos y tradición agustiniana:
todas las realidades excepto Dios están compuestas de
materia y forma.
. Santo Tomás: no acepta que todas las cosas
estén compuestas de materia y forma, porque admite la
existencia de formas inmateriales. Por eso matiza más:
lo que distingue a las realidades creadas es la
composición de esencia y existencia. Esto significa
que su existencia es contingente porque entre los rasgos de su
esencia no entra la existencia. Sólo en un ser
necesario -que no puede dejar de existir- esencia y
existencia se identifican.
LA EXISTENCIA COMO "ACTO DE SER"
. En la terminología aristotélica, la
existencia pone en acto la capacidad de existir contenida en la
esencia -mera potencia-. Es decir: la existencia queda
caracterizada como acto de la esencia -puesta en acto de la
esencia-.
. Pero a cada esencia corresponde un tipo de existencia
diferente: existir para un ser vivo es vivir, para un animal
sentir; para un ser con entendimiento, entender. Por
consiguiente, no todas las cosas existen del mismo modo.
Sería más adecuado hablar de composición
de esencia y ser: ser y acto de ser.
. El «acto de ser» se despliega en diferentes
niveles de perfección, según la esencia de que
se trate: será más perfecto en un entendimiento que
en un animal, en una planta más que en una piedra. La
perfección en cada caso depende de lo que su esencia
contenga en potencia.
. Dios no tiene limitación alguna; su esencia
incluye toda perfección posible: su esencia es su
ser. Ser y esencia se identifican.
ACTO DE SER Y PARTICIPACIÓN
. A diferencia de Dios, los seres creados se componen de
esencia y ser. Participan del ser en diversos grados,
según las respectivas esencias. Y en esto recurre al
concepto cristiano de participación. Por tanto, la
inspiración más profunda de su pensamiento no es
aristotélica, sino
platónica/neoplatónica.
UNA ÉTICA FINALISTA DE RAÍZ NATURAL
.. De Aristóteles incorpora Santo Tomás las
siguientes tesis:
a. La felicidad es el fin último del hombre.
b. El conocimiento de la naturaleza
humana nos proporciona un conjunto de normas morales que
constituyen la ley natural.
.. Muchos griegos -sofistas, epicúreos, etc.-
habían reflexionado ya sobre la naturaleza humana como
fuente de normas de conducta, y pusieron de manifiesto las
dos grandes orientaciones posibles del problema:
(m) Concepción mecanicista: Si nos
preguntamos qué es lo que impulsa a los hombres a
actuar como lo hacen –sofistas, Epicuro-,
probablemente coincidamos en que se trata de conseguir el mayor
placer posible y alejarnos del dolor.
Desarrollamos así una ética de
móviles, buscando respuesta a cómo la
naturaleza nos impulsa a actuar del modo que lo hacemos, e
indagando las causas, factores y acontecimientos que condicionan
nuestra actuación.
(m ) Concepción finalista: La referencia a la
naturaleza como fuente de normas puede hacerse también
preguntándonos cuál es el fin a cuyo
cumplimiento tiende todo ser humano -como hicieron
Platón y Aristóteles-. Indagamos
en este caso no las causas del comportamiento
humano, sino en qué consisten el perfeccionamiento y
la plenitud humanas.
En este segundo caso desarrollamos una ética de los
fines, una ética
centrada en la perfección o cumplimiento de las exigencias
de la naturaleza humana.
. A esta concepción
finalista/teleológica de la naturaleza humana se adhiere
Santo Tomás.
CAPÍTULO III
FILOSOFIA DEL DERECHO
DE SANTO TOMAS DE AQUINO
EXISTENCIA DE LA LEY NATURAL
. Siguiendo la concepción teleológica de
Aristóteles, Aquino afirma que el hombre, igual que
los demás animales, experimenta ciertas tendencias
enraizadas en su naturaleza. No se trata de pulsiones
irresistibles, sino de orientaciones espontáneas de la
conducta hacia
una finalidad concreta.
. La tendencia hacia fines es común a hombres y
animales. Pero el hombre tiene una racionalidad propia y
diferente a la del resto de los animales. Sólo
él puede conocer sus propias tendencias y deducir de ellas
ciertas normas de conducta que lo aproximen cada vez
más al fin perseguido.
. Queda así demostrada la existencia de la ley
natural: Como ser racional, el hombre puede establecer
ciertas normas de conducta teniendo en cuenta las exigencias de
su propia naturaleza.
CONTENIDOS DE LA LEY NATURAL
. Se deduce del repertorio de tendencias naturales del
hombre. Existen tres tipos de tendencias:
a. En tanto que sustancia, el hombre tiende a
conservar su propia existencia. La conservación del
individuo y de la especie es un deber moral.
b. En tanto que animal, el hombre tiende a
procrear. De aquí pueden derivarse algunas normas de
conducta relacionadas con el cuidado y protección de los
hijos.
c. En cuanto racional, el hombre tiende a conocer
la verdad y a vivir en sociedad. Puesto que la vida en
sociedad
supone organizar la convivencia de manera que nos permita a cada
uno alcanzar nuestros fines, las exigencias de verdad y justicia deben
respetarse siempre, para que el grupo humano no degenere en
manada, rebaño u horda.
. Pero las exigencias así obtenidas tienen un
carácter demasiado general y abstracto.
Es preciso un esfuerzo de concreción ulterior, para
que los principios
generales se transformen en normas concretas realizables en la
práctica. Por ejemplo: Si la ley natural exige respetar la
vida ajena, ¿qué hacer en caso de guerra o
ataque personal?
¿hay circunstancias donde las exigencias naturales pierden
su valor? Si una
familiar no puede garantizar comida, educación y acogida a
un nuevo hijo, ¿es lícito interrumpir el embarazo?
PROPIEDADES DE LA LEY NATURAL
. Si verdaderamente la ley natural se deduce de
nuestras tendencias naturales, su contenido ha de ser
evidente, universal e inmutable. No serviría para
orientar la conducta de todos los seres humanos si sus mandatos
no son asequibles fácilmente a todos los hombres, sin
necesidad de un sofisticado proceso educativo.
. Si realmente es un reflejo de la naturaleza humana,
los hombres de todas las culturas, países, razas y
religiones
deberían reconocer los mandatos derivados de ella.
. Si su contenido se deriva directamente de lo más
auténtico esencial de la naturaleza humana, en nada
debería haber cambiado su contenido a lo largo de la
historia. Debe
permanecer constante a pesar de los cambios
históricos
LEY NATURAL Y LEY POSITIVA
Ley positiva es la que se halla escrita en los
códigos y reglamentos aceptados por un grupo social, con
carácter vinculante. Relaciones entre ley
natural y ley positiva:
a. La existencia de la ley positiva es una exigencia de la
ley natural misma. Si la ley natural impone la vida en
sociedad, ésta sólo es posible cuando existe un
sistema legal que regule la convivencia y permita solucionar
pacíficamente los conflictos. Por tanto, la ley
positiva no puede entenderse siempre como una imposición
de los más fuertes o un capricho de magistrados: es
condición de posibilidad para la vida en sociedad.
b. La ley positiva constituye una prolongación de la
ley natural: debería concretar las normas morales y
los grandes principios naturales para saber a qué atenerse
exactamente en la convivencia social, por ejemplo.
c. La ley positiva no debe ir nunca contra las exigencias
de la ley natural. La legislación de un país o
comunidad
humana nunca debe saltarse los límites marcados por la ley
natural, si queremos que sea justa. Una legislación no
puede fundamentarse sobre la violación continua de los
derechos y
exigencias naturales.
. Por tanto, el mundo del derecho y el ámbito de
la moral
están estrechamente relacionados en la filosofía de
Santo Tomás, y se articulan en torno a la idea
de justicia. La justicia consiste en
«dar a cada uno lo suyo»; es una exigencia
ética y natural al mismo tiempo, y sobre ella debe
fundamentarse el derecho.
LA LEY NATURAL Y EL ORDEN DEL UNIVERSO
. La ley natural que debe guiar la conducta humana
refleja también el orden general que existe en el
universo. Santo Tomás atribuye a Dios la causa de que
exista un orden semejante, y a esto le llama ley eterna
-tomado de S. Agustín y Heráclito-.
. La ley eterna es «la razón de la
sabiduría divina en tanto que rectora de todos los actos y
movimientos». Pero mientras esta ley eterna se concreta
en leyes físicas y mecanicistas para los objetos y
seres del universo, en el caso del ser humano deja espacio
para que actúe libremente con la ayuda de su
razón. Por tanto, no son las leyes
físicas sino la ley moral libremente asumida lo que
guía la conducta del ser humano racional y libre. La
ley natural no sería más que un reflejo de una ley
eterna más amplia [fundamentos
teológico-religiosos del sistema tomista].
La Ley de Santo Tomás de
Aquino.
En el terreno jurídico, el Santo de Aquino expresa que
el hombre es dirigido a su fin por la Ley, la cual es "una
ordenación de la razón, dirigida al Bien
Común, promulgada por quien tiene a su cargo el cuidado de
la comunidad".
Afirma que el Derecho
Natural es una parte de la Ley Natural; justifica al Estado como
consecuencia de la naturaleza sociable del hombre y señala
a la comunidad como sujeto y titular del poder
público.
Por todo lo anterior y por la trascendencia que ha tenido en
el pensamiento occidental, podemos afirmar, sin temor a
equivocarnos, que Santo Tomás de Aquino es una de las
mentes más lúcidas, geniales y brillantes, por no
decir la más, de toda la historia de la humanidad. Por
eso, no es arriesgado proponer a este genial santo como el hombre
del milenio.
En toda comunidad de seres libres que tienen dominio sobre sus
actos, es necesaria la existencia de una norma que indique en que
sentido debe orientarse esa actividad libre, de modo tal de
indicar el sentido que se necesita para alcanzar la finalidad
para la cual esos individuos han decidido vivir en comunidad.
Ahora bien, este primer argumento viene a comprobar una vez
más la existencia patente y potencia del alma racional
como lo es la libertad
humana y la capacidad del hombre de elegir libremente entre las
posibilidades que conoce y desea, sin estar determinado por
ninguna. Justamente porque el hombre es libre y puede incluso
elegir una alternativa que no se oriente al bien personal o al
bien común de la sociedad política, es que debe
existir este marco regulatorio que emane de la razón y se
oriente al bien común al que llamamos ley.
Características fundamentales de la ley.
La ley debe ser obra de la razón
La ley es una especie de regla o medida de los actos, para lo
cual alguien es inducido a actuar o impedido de actuar. La
razón es regla y medida de los actos humanos puesto que es
el primer principio de los mismos, puesto que la razón:
ordena los actos hacia el fin debido, así queda
establecido que la ley es algo que pertenece a la
razón.
La ley debe ordenarse siempre al bien
común
Así como la razón es principio de los actos
humanos, así también en la razón hay algo
que es principio respecto de todos los demás actos, por lo
cual es necesario que la ley pertenezca a aquello que es lo
más principal. El primer principio es el Fin
Último, que es en el hombre según el patrono de
todas las Escuelas y Universidad del mundo, la felicidad o
bienaventuranza. Por la tanto es necesario que la ley se orienta
al orden de hacer y conservar la felicidad personal y de la
comunidad política. Solo así son legalmente justas
las normas, en su orientación al bien común que es
una finalidad común, no por comunicación genérica, ni
específica, sino por comunicación de finalidad, en
tanto que es la natural orientación humana al bien.
¿Es capaz la razón de cualquier particular
de hacer la ley?
Ordenar la ley hacia el bien común es tarea de la
comunidad o bien de quien hace la representación de esta,
por lo tanto legislar pertenece a la comunidad o a la persona
pública que tiene al cuidado la comunidad. Ahora bien, la
ley se halla en un sujeto no solo activamente (regulando) sino
que también pasivamente (por participación, como en
sujeto regulado) y de este modo cada hombre sería para
sí mismo su propia ley, en cuanto participa del orden
establecido por aquel que le incumbe regular.
Ahora bien, Santo Tomás de Aquino se pregunta en "Del
Reino" ¿Que conviene más a la ciudad: ser regida
por muchos o por un único dirigente? Desde esta pregunta
extraemos de la citada obra de nuestro Santo Patrono las
siguientes consideraciones que pueden responder:
a) La intención de cualquier dirigente debe encaminarse
a procurar la salvación de lo que ha aceptado dirigir.
b) Debe conservar la unidad de la comunidad social que se
llama Paz. En cuanto más eficaz sea un régimen para
conservar la unidad de la paz, tanto más será
útil, pues entenderemos como útil en esta
reflexión a lo que mejor lleva hacia el fin. Es más
útil para llevar al fin uno que muchos, puesto que en este
caso es más posible que uno procure de mejor manera la
unidad de la paz de la comunidad, así es más
útil el régimen de uno que de muchos.
c) De ningún modo podrían dirigir una multitud
muchos si entre ellos disintieran totalmente; nos dice el
aquinate que aquí se requiere unidad en la pluralidad para
poder regir de algún modo, pues mucho no podrían
llevar un barco a puerto si es que no estuviesen unidos de alguna
manera. Así se dice que muchas cosas están unidas
por aproximación a lo uno, por lo que es más
conveniente que rija uno a muchos en cercanía de lo
uno.
d) En todo régimen natural es propio que quien dirija
sea uno. En el sistema
circulatorio: el corazón;
en el alma humana: la recta razón; entre las abejas hay
una sola reina; en el Universo un solo Dios que es creador y
rector de todas las cosas, explica el angélico. Este
planteamiento responde a la lógica
más pura pues toda multitud proviene de lo uno y toda
virtud es mejor si es más una (no ambigua), y es mejor el
efecto si es que se asemeja a su causa, tal como el hombre debe
esforzarse por seguir el ejemplo de Cristo, el verdadero hombre;
y como una obra de arte debe
asemejarse a la naturaleza en tanto representación de
ella, será más bella en cuanto más se
acerque a lo uno. De todo esto se desprende que es mejor lo uno
que lo múltiple, y que la comunidad llega de manera
más óptima a su fin si es dirigido a él por
uno que por muchos.Definición de Ley.
"(.) Un prescripción de la razón, en orden al
bien común, promulgada por aquel que tiene el cuidado de
la comunidad"
La ley en tanto es impuesta como regla y medida es menester
que sea conocida por la comunidad. Así es propio que para
que la ley tenga fuerza de obligar, que es lo propio de la ley,
debe ser aplicada a los hombres. La aplicación se produce
en la promulgación de la ley. Por lo que la
promulgación es necesaria para que la ley adquiera su
vigor.
Las tres leyes
La ley eterna.
El orden político de la ley está inserto en el
orden eterno y universal de la creación y la ley humana no
es más que una participación de la ley eterna.a) Es
necesario entonces que el mundo esté regido por una divina
providencia, pues todo el conjunto del universo está
regido por la razón divina que tiene carácter de
ley.
b) Esta ley no entiende nada en el tiempo sino que es
eterna.
c) El fin del gobierno divino
es Dios mismo, y su ley no es otra cosa distinta de ÉL.
Por consiguiente la ley eterna no se dirige a otro fin que Dios
mismo que es todo el Bien, del cual participan todos los
demás bienes, por lo
que no puede ser un bien honesto algo que sea contrario a
Dios.
d) La ley eterna no es otra cosa que la razón de la
divina sabiduría, en cuanto es directiva de todos los
actos y movimientos. Precisamente, porque el hombre se mueve
dentro de las cosas creadas, la ley humana solo tiene
razón y fuerza de ley, en cuanto se conforma con la ley
eterna.
e) Toda ley se deriva de la ley eterna en la medida que
participa de la recta razón.
f) Por otra parte todas las criatura pueden participar de don
manera en la ley eterna:I. Participar de ella porque conoce la
misma leyII. De las criaturas irracionales que están
sujetas a la ley y que esta es el principio motorEn el hombre
ocurre una doble participación de la ley eterna. Hay un
doble sometimiento a ella: de la manera que participa por ser
racional y conocer la ley y además participa llevando
grabada en su misma naturaleza, cierta inclinación a
aquello que es conforme a la ley natural.
La ley natural.
El fundamento de la bondad o de la maldad de las acciones
humanas tiene su fundamento en la propia naturaleza del
hombre.
a) El hombre, ayudado de la razón puede ordenar y
sistematizar las reglas y normas del funcionamiento de nuestra
propia naturaleza, y a esa ordenación de la razón
se le llama ley moral natural o, simplemente ley natural.
b) Ahora bien, podemos definir la ley natural como "(.) el
conjunto de reglas o normas que el hombre descubre en su
naturaleza y gracias a las cuales es capaz de dirigirse a su
fin."
c) Esta ley se llama natural, no por referencia a los seres
irracionales, sino porque la razón que la que la proclama
pertenece propiamente a la naturaleza humana. Des esto podemos
desprender lo siguiente:
I. La ley natural supone una intrínseca
ordenación de las facultades humanas hacia sus propios
fines, especialmente de la inteligencia hacia el conocimiento de
la verdad, y de la voluntad hacia el bien. Es por eso que las
potencias del hombre no son anárquicas sino que se
orientan a un fin claro guiado por la razón. Es por eso
que cuando el hombre no usa sus potencias superiores rectamente y
no las orienta al fin debido, está actuando en definitiva
en contra de sí mismo. No está siendo
verdaderamente un Hombre.
II. Los preceptos de la ley natural están grabados en
la inteligencia y la voluntad de todo hombre. el hombre
"advierte", "estima" instintivamente que: ayudar a sus
semejantes, decir la verdad, cumplir la palabra empeñada
Santo Tomás de Aquino, con respecto a la Sindéresis
extraída de la ley natural se puede resumir en "Haz y
persigue el bien y evita el mal"
En tanto aplicación de una prescripción, podemos
decir que Santo Tomás de Aquino distingue 3 leyes: la ley
eterna, la ley natural y la ley humana.
Seguramente a la cuarta ley que se refiere su profesor es a
la ley divina. Dentro del artículo que está
publicado en mi blog, no se especifica sobre la ley divina, y
puede que sea un error, pero lo explico ahora, dada su
consulta.
Santo Tomás en la Prima Secundae de Suma
Teológica, en el tratado de la ley, explica el tema en las
siguientes cuestiones:
Cuestión 90: De la esencia de la ley
Cuestión 91: De las distintas clases de leyes
Cuestión 92: de los efectos de la ley
Cuestión 93: de la ley eterna
Cuestión 94: de la ley natural
Cuestión 95: de la ley humana
Como vemos, Santo Tomás no dedica una cuestión
completa a la ley divina, sino que solo la indica en la
cuestión 91 (S. Th., I-II, q.91, a4) diciendo: "Por
la ley natural participamos de la ley eterna en la medida que lo
permita la capacidad de la naturaleza humana. Pero el hombre
necesita ser encauzado hacia el último fin sobrenatural;
por eso se nos ha agregado una ley por la divinidad, por
medio de la cual se nos participa de un modo más perfecto
de la ley eterna"
Por si no le quedara claro le cito ahora in extenso, el a.4 de
la q.91:
"Además de la ley natural y de la ley humana,
era necesario para la dirección de la vida humana contar con una
ley divina. Y esto por cuatro razones. Primera, porque el
cometido de la ley es dirigir al hombre a sus actos propios con
vistas al último fin. Ahora bien, si el hombre estuviese
solamente ordenado a un fin que no excediese el alcance de sus
facultades naturales, no necesitaría su razón
ninguna dirección superior a la ley natural y a la que de
ésta se deriva, la ley humana. Pero como el hombre
está ordenado al fin de la bienaventuranza eterna, que
sobrepasa el alcance natural e las facultades humanas,
según ya expusimos (q.5 a.3), siguese que necesitaba ser
conducido a su fin no sólo mediante las leyes natural y
humana, sino también mediante una ley dada por Dios.
Segunda, porque la incertidumbre de los juicios humanos, sobre
todo en asuntos contingentes y particulares, da lugar a que
hombres de diversa condición juzguen diversamente acerca
de los actos humanos y, en consecuencia, formulen leyes diversas
y aun contrarias. Por eso, para que el hombre pueda saber sin
ninguna duda lo que ha de hacer o evitar, era necesario que fuera
dirigido en sus actos propios por una ley de origen divino, de la
que consta que no puede equivocarse. Tercera, porque el hombre no
puede dictar leyes más que en aquello de que puede juzgar.
Pero el juicio del hombre nada puede decir acerca de los
movimientos interiores, que están ocultos, sino
sólo acerca de los actos exteriores, que se pueden ver. Y,
sin embargo, para la perfección de la virtud se requiere
que los actos humanos sean rectos en lo interior y en lo
exterior. Así pues, como la ley humana no alcanza a
someter y ordenar suficientemente los actos interiores, era
necesario que para esto se nos diera además una ley
divina. Cuarta, porque, como dice San
Agustín en I De lib. arb.9, la ley humana no puede
castigar o prohibir todas las acciones malas, pues al tratar de
evitar todo lo malo, suprimiría a la vez muchos bienes e
impediría el desarrollo del
bien común, que es indispensable para la convivencia
humana. Por eso, para que ningún mal quedara sin
prohibición y castigo, era necesario que sobreviniese una
ley divina por la cual quedaran prohibidos todos los pecados. Y
estas cuatro razones aparecen insinuadas en el salmo 18,8, donde
se dice: La ley del Señor es inmaculada, es decir, no
permite ninguna mancha de pecado;
convierte el alma, porque dirige no sólo los actos
externos, sino también los internos; el testimonio del
Señor es fiel, por la certeza de su verdad y rectitud;
concede ¡a sabiduría a los pequeños, porque
ordena al hombre al fin sobrenatural y divino.
CONCLUSIONES
1. El concepto de ley natural ha tenido
enorme aceptación entre intelectuales y
filósofos morales. La Ilustración lo
recogió, aunque despojándolo de sus elementos
teológicos. Hoy sigue constituyendo el eje fundamental
que explica los pronunciamientos de la jerarquía
católica en cuestiones de moral, teología y
sociedad. Pero ha sufrido duros ataques por parte del
historicismo [Ortega y Gasset: el hombre no tiene
naturaleza, tiene historia] y del existencialismo
[J.P. Sartre: el hombre no tiene naturaleza, es
libertad]. Hoy se ven numerosos elementos
aprovechables en el concepto de ley natural, para combatir
particularismos y nacionalismos beligerantes, y se ha
puesto de moda con las corrientes de
inspiración ecologista, aunque reinterpretado y
maquillado
2. Hay que decir: Como ya expusimos (a.4.5.), a la
ley natural pertenecen, en primer lugar, ciertos preceptos
comunísimos que son conocidos de todos, y luego,
ciertos preceptos secundarios y menos comunes, que son como
conclusiones muy próximas a aquellos principios. Pues
bien, en cuanto a los principios más comunes, la ley
natural no puede en modo alguno ser borrada de los corazones
de los hombres si se la considera en universal. Puede ser
abolida, sin embargo, en algún caso concreto cuando,
por efecto de la concupiscencia o de otra pasión, la
razón se encuentra impedida para aplicar el principio
general a un asunto particular, según ya
expusimos.
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